
Muchas de las experiencias y conocimientos esenciales de nuestra vida los adquirimos jugando, al aire libre y en contacto con la naturaleza. El principal catalizador del desarrollo de l@s niñ@s, especialmente en la edad de 0 a 6 años, es el juego. Jugando el niño se descubre a sí mismo, desarrolla su personalidad y autonomía, asimila y aprende lo que vive, se adapta al mundo que le rodea, revive sus experiencias y descarga tensiones. Es la forma que tienen de descubrir, experimentar, explorar, crear, conocer el mundo que le rodea,…Siendo así, es preocupante ver como poco a poco nos hemos ido alejando de la naturaleza, siendo absorbidos por un sistema en el que la tecnología ha tomado el mando nuestras vidas. Por ello, es urgente y vital el acercamiento al entorno natural, ya que nosotros somos seres creados para formar parte de la naturaleza, ya que somos también la misma naturaleza. A nivel fisiológico necesitamos estar en contacto con ella, lo cual tienen innumerables beneficios tanto a nivel de salud mental como física.
¿Cuáles son los beneficios del contacto con la naturaleza?
Desde hace varios años estamos cada vez más conectados a la tecnología y más desconectados de la naturaleza. Siendo nuestros hijos las principales ‘’victimas’’ de este cambio de vida, produciéndose en muchos de ellos el llamado ‘’Trastorno por déficit de Naturaleza’’, cuya característica más evidente es una inadecuada relación entre nosotros y el entorno.
Los pediatras españoles llevan tiempo alertando acerca de esta preocupante situación, y en 2017 crearon Comité de Salud Medioambiental con el objetivo de ofrecer pautas que ayuden a mejorar la salud de los niños y adolescentes apoyándose en la naturaleza y el aire libre y alejándolos de hábitos poco saludables.
BENEFICIOS PARA LA SALUD FISICA
Según los pediatras, estar en contacto con la naturaleza aportaría a los niños los siguientes beneficios para su salud física:
- Ayuda a controlar la obesidad, cuyas cifras en nuestro país empiezan a ser alarmantes.
- Mejora la salud de los niños y adolescentes con enfermedades crónicas, como diabetes y asma.
- Se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular en la etapa adulta y menor riesgo de miopía en la infancia, según estudio.
- Ayuda a mantener unos correctos niveles de vitamina D, fundamental para que el organismo absorba el calcio, favoreciendo el correcto crecimiento de los niños.
- Mejora el desarrollo de la psicomotricidad fina y gruesa al correr, saltar, trepar a los árboles, coger cosas con su manos o experimentar diferentes texturas.
El contacto con la naturaleza interactúa con la salud de las personas. Por lo tanto proteger la salud y proteger el medioambiente es un concepto indisoluble.”
Dr. Juan Antonio Ortega, director de la Unidad de Salud Medioambiental del Servicio de Pediatría en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, Dr. en Medioambiente y Cáncer pediátrico por la Universidad de Valencia.
BENEFICIOS EMOCIONALES
Pero el contacto con la naturaleza no solo repercute positivamente en la salud física de los niños, sino también en su salud emocional y en su comportamiento, como han determinado numerosos estudios realizados hasta la fecha. Algunos de estos aspectos positivos son:
- Favorece el desarrollo neurocognitivo y reduce los problemas de conducta en la infancia y adolescencia, mejorando el autocontrol.
- Mejora la salud mental durante la etapa adulta, llegando a reducir hasta en un 55 por ciento el riesgo de desarrollar trastornos mentales, incluso en los casos con factores de riesgo asociados.
- Ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad en la infancia y, en general mejora el estado anímico.
- El contacto con la naturaleza hace que los niños crezcan más felices y más concienciados con la importancia de cuidar el planeta.
- Favorece las relaciones sociales.
- Otros estudios sugieren que dormir la siesta al aire libre favorecería el descanso de los niños, pues duermen más profundamente y durante más tiempo, además de despertar con mejor estado anímico.
Además, el contacto con la naturaleza ayudaría a prevenir la adicción al alcohol y otras drogas en los adolescentes.

Permitirles jugar con materiales de la naturaleza es posibilitar que aprendan sobre ella, que la descubran y que se sientan parte de la misma. Este sentirse parte es una de las claves para que nuestros niños y niñas, en el presente y en el futuro, cuiden y preserven el medio ambiente reduciendo el impacto de la huella ecológica actual.
EL ENTORNO NATURAL NOS PROPORCIONA ESE ESPACIO EN EL QUE LOS NIÑOS Y NIÑAS PUEDEN EXPLORAR, RESPONDIENDO A ESA LLAMADA INEVITABLE Y REAL QUE ES VIVIR EXPERIENCIAS EN LA NATURALEZA, NUTRIENDO LA CURIOSIDAD Y LA CREATIVIDAD, LA NECESIDAD DE MOVIMIENTO Y RECONOCIMIENTO DE SU CUERPO, A TRAVÉS DE LOS DESAFÍOS FÍSICOS Y COGNITIVOS, AL MISMO TIEMPO QUE ES FUENTE DE SALUD FISICA, MENTAL Y EMOCIONAL.