Desde que conocí el Yoga, sentí el impulso de formarme como instructora de Yoga para niñ@s; mis ganas de jugar, trepar árboles y sentirme en libertad brotaron de nuevo, y algo en mí quiso seguir descubriendo lo que el Yoga traía a mi vida, por ello no dudé en formarme como instructora de Yoga para adultos, conociendo más sobre sus orígenes, filosofía y práctica y los innumerables beneficios que nos aporta desde cualquier edad. Porque el Yoga es unión, es estar en conexión y equilibrio en cuerpo, mente y lo más sagrado que hay en ti
En mi día a día descubro, que aunque no practique a diario las âsanas hay otras muchas formas de hacer Yoga, de sentirme en equilibrio, de escucharme , amar-me y respetar-me, todo lo que hace posible que la Vida, el Ser y hacer. Pues desde ahí brota la verdad y la paz interior, la ilusión y la consciencia despierta de estar aquí y ahora.
La música, la pintura, la danza, cuentos, las âsanas, vocabulario afectivo, actividades mindfulness y todo lo que nos lleve a unir cuerpo, mente y corazón con nuestra propia esencia, es la manera en la que desde el Yoga creo los espacios para que la sabiduría tanto de niñ@s como adultos surja por sí misma.
Esta semana y en el mismo día, el pasado 21 de Junio, coinciden el solsticio de verano y el día internacional del Yoga, así que, cómo no hablar sobre ello!! Además sabéis que me encanta compartir por eso os voy a proponer hacer un Mándala con elementos de la naturaleza como actividad ideal para acompañar un ritual de solsticio y bienvenida al verano:
Los Mandalas se pueden hacer con cualquier elemento y material que tengamos a nuestro alcance y en cualquier lugar, tanto si estás en la playa, en un parque o en el bosque.
Recolecta varios materiales del entorno (también los pueden pintar o decorar): Hojas de diferentes colores, flores, piedras, frutos, conchas, cualquier tipo de elemento material que te guste y encuentres por el suelo (evita arrancar o cortar de su origen). Con los mismo materiales puedes hacer infinitos tipos Mándalas.



Elegid el lugar donde queréis hacerlo y crear la composición desde el epicentro hacia fuera dejando fluir vuestra imaginación, haciendo este ejercicio de conexión y meditación sin más objetivo que el disfrute. Incluso si l@s niñ@s que te acompañan no les apetece participar les estarás enseñando algo de mucho valor, pues les muestras que estás haciendo algo terapeútico para ti mism@, que eres capaz de enfocarte en tu placer y en tus necesidades, lo cual se traducirá en un futuro en que ell@s también cuidarán de cubrir sus propias necesidades y poner atención en sí mismo@s.
¡ Cualquier momento es bueno para realizarlo , invítate y disfrútalo!
Agradecida siempre y con el corazón despierto os deseo un feliz Verano!!